Ante una pregunta de si soy de derechas o de izquierdas,
contestaría que no lo sé, ya que si ser de derechas significa ser del PP, no lo
soy. Y si ser de izquierdas es ser del PSOE o de alguno similar, no lo soy.
in-político |
Esa sería mi contestación porque no entiendo por qué
forzosamente haya que etiquetarse en derechas o izquierdas, o por lo menos yo
no siento estar dentro de ninguna de estas terminologías. Del mismo modo que si
ser creyente significa comulgar con la institución de la Iglesia Católica,
desde luego no lo soy, a pesar de ser profundamente espiritual y tener muchas
creencias… pero ese tema mejor dejarlo que da para muchos artículos, post y
reseñas.
Volviendo al tema que nos ocupa, por desgracia, no creo que
ningún partido político se ajuste a mis ideas y principios, ya que estoy con
los solidarios; con los que aman al prójimo, a los anímales, a la naturaleza;
los que no imponen a la fuerza sus ideas o convicciones; los que no se
enriquecen con la venta de armamento, medio homicida de muchos niños e
inocentes; también estoy con los que no asustan con un infierno eterno; con los
que no sienten envidia, ni recelos, ni odian; con las personas que sus
sentimientos, principios y dignidad prevalecen por encima de cualquier cosa
material; los que no ansían el poder a cualquier precio; los que ven con
iguales ojos a todo tipo de personas, independientemente de su color de piel,
sexo, condición social o religión. En pocas palabras, estoy con la gente que
ama por encima de todo y no conoce la palabra odio.
Por tanto ¿de qué ideología puedo ser? Desde luego de ninguna de
las que abanderan los actuales partidos políticos, sobre todo los más poderosos
y representativos de la política actual.
mermamón 1967 |
Muchos me preguntarían, ¿sigues tú con el ejemplo? Pues
indudablemente no soy tan perfecta y maravillosa para seguir todos mis ideales
como me gustaría, pero lo que tengo claro es que por lo menos lo intento. Cada
día me levanto con más ganas de amar y con el deseo inquebrantable de ser mejor
persona y menos materialista.
Todo esto se puede convertir en una ardua tarea, ya que existen
situaciones o circunstancias, en el transcurso de la vida, en que esas ideas
empiezan a esfumarse empujadas por la fuerza motriz de instintos y emulaciones
sociales, hasta el punto que resulta muy difícil y complicado, pero…
recapacito, pienso, razono… ¿Y qué resultado hay después de estas reflexiones?
Un freno, casi radical, a la parte negativa, materialista y oscura de mi
pensamiento. Pese a todo ello, me queda mucho por aprender, mejorar y corregir, pero sigo en ello, no desisto en mi actitud
de aprender a ser cada día mejor persona.
Por tanto, estos son mis líderes “políticos”:
Buda: “El odio no disminuye con el odio. El odio
disminuye con el amor”.
Jesucristo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Mahatma
Gandhi: “El amor es la fuerza
más humilde, pero la más poderosa de que dispone el mundo”.
Dalai
Lama: “Para crear una paz
interior, lo más importante es la práctica de la compasión y el amor, la
compresión y el respeto por los seres humanos. Los más poderosos obstáculos para
ello son la ira y el odio, el temor y el recelo. De modo que, mientras la gente
habla de desarme en el mundo entero, cierto tipo de desarme interno es
prioritario.”
¿Utopía? Probablemente lo sea, pero son mis ideales, mis
principios... Soy consciente de que para implantarlos en esta sociedad, habría
que cambiar casi por completo su estructura, su economía, sus proyectos, algunas
de sus religiones y muchas más cosas, la mayoría de ellas, fuerzas poderosas y
con demasiados intereses para poder hacer ningún cambio en ellas. Pero es que
mis ideas no son de derechas ni de izquierdas, son esas… ¡qué le voy a hacer!
Para terminar, y sin ánimo de parecer una predicadora, una
iluminada, ni nada por el estilo, y obviando lo más snob de la sociedad actual,
en que demostrar amor, ternura, sentimientos y
solidaridad puede resultar ridículo… Permitidme que os diga:
¡Viva la paz, la armonía, la solidaridad, la libertad, el
respeto, la paciencia, la humildad, la tolerancia, la gratitud y la
manifestación de los buenos sentimientos! Todo ello por encima de cualquier tipo de
ideología política.
Y todo lo anterior se resume en una sola palabra, AMOR, ya que
amar incondicionalmente conlleva todo lo
demás.
Este artículo, de mi autoría, fue publicado en la revista La Tribuna, ejemplar del mes de abril 2012:
Este artículo, de mi autoría, fue publicado en la revista La Tribuna, ejemplar del mes de abril 2012:
La mejor declaración de principios, y la más sincera, que he leído o escuchado desde hace mucho...Y, encima, la comparto del todo...¡Si es que las tocayas somos así! :)
ResponderEliminarSin etiquetas, y menos si son políticas,Lola. Esa es la mayor libertad personal. ¡Como si no fuera lo bastante duro ser ciudadanas, intentar ser buena gente y además mujeres!. Me ha encantado, y me has dado ganas de entrar en debate...,así que corto el rollo ya.
Besazos y felicidades por esas ideas y la valentía de expresarlas públicamente, preciosa.
Muchas gracias, Lola. Me alegro muchísimo que te haya gustado y sobre todo tu apunte sobre la valentía de expresar mis ideas, la verdad es que ser valiente es una asignatura pendiente para mí, aunque a veces, como esta, creo que sí lo soy, por lo menos en parte.
ResponderEliminarMuchos besos