martes, 27 de diciembre de 2011

Karma Yoga. El yoga de la acción generosa y la espiritualidad

La práctica de cualquier tipo de yoga nos impulsa a la bondad y espiritualidad, pero el Karma Yoga está considerado el más elevado de todos


Foto by Geralt


El Karma Yoga, es la rama del yoga que trata sobre la realización espiritual a través de la vida activa. Es dar, sin esperar nada a cambio, bien sea algún tipo de gratificación, reconocimiento, recompensa o lucro. Es la humildad, la solidaridad y el servicio totalmente desinteresado. Es una manera de actuar que se entiende es la más noble forma de dar.

Pero, para entender mejor qué es esta rama del yoga, primero hay que saber qué es el “karma”

Qué es el karma


Según sus seguidores, sobre todo en religiones dhármicas como los budistas e hinduistas, el karma es una energía que deriva de los actos de las personas y que conviene intentar mejorar en cada reencarnación para poder alcanzar la perfección.

Es una ley universal que establece que por cada acción hay una reacción. Se entiende que por cada uno de los actos que se realicen habrá una consecuencia. Con lo que a mejores actos, mejor karma, a peores actos, peor karma.

Si se desea tener buen karma, o lo que es lo mismo, buena energía, hay que realizar buenos actos en nuestra vida y siempre de forma desinteresada.

Foto by pixel2013


Encontrar la felicidad mediante la espiritualidad o el Karma Yoga


El ser humano, desde sus orígenes, siempre ha buscado la felicidad, pero ¿dónde se encuentra exactamente? Muchísima gente cree que teniendo mucho más dinero, poder y belleza, alcanza la felicidad. Pero, las personas que logran todo eso se dan cuenta que siguen sin ser felices, algunos incluso se sienten deprimidos, desgraciados y solos.

¿Nos estaremos equivocando buscando nuestra felicidad en el exterior? Los seguidores de esa rama del yoga, afirman que la verdadera felicidad se encuentra en la parte espiritual del ser humano, en sus buenos actos y en aprender a valorar lo simple, los pequeños milagros que ocurren cada día.

Opinan que la ambición enfermiza de nuestra sociedad impide que se pueda encontrar la verdadera clave de la felicidad, que no se halla en las riquezas o el poder. Es mucho más simple que eso y está al alcance de cualquiera. Los bienes materiales se entienden de menor categoría, ya que satisfacen momentáneamente, y, normalmente, una vez conseguidos, suelen perder interés y por tanto dejan de aportar buena parte de la felicidad anhelada.

En cambio, los bienes espirituales, son los de valor más elevado, ya que encierran las respuestas que el género humano ha necesitado, necesita y necesitará siempre, para poder entender muchas circunstancias que rodean a la vida.

El espíritu del Karma Yoga, consiste en aprender a actuar, a realizar todas las cosas, prescindiendo de los resultados.

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La importancia de la meditación en el yoga y su rama Karma Yoga


Para los practicantes de cualquier tipo de yoga, la meditación es un pilar básico e imprescindible para que los beneficios del yoga culminen definitivamente.

En el caso del Karma Yoga, la meditación ayuda a encontrar la hermosura en todo lo que nos rodea, a valorar todos los regalos que Dios nos hace cada día y, lo más importante, a querernos a nosotros mismos, ya que es necesario amarse a uno mismo para poder amar a los demás, sin necesidad de que ello implique un aumento del ego. 

Se refuerza desde el estado de meditación, la humildad necesaria para llevar una vida creando buen karma.


Beneficios del Karma Yoga


La práctica del Karma Yoga, aporta una serie de beneficios, entre ellos:

 •Purificar el corazón.

 •Espiritualizar las acciones.

 •Disminuir el egoísmo.

 •Eliminar prejuicios.

 •Conseguir un sentimiento de gozo ilimitado y una actitud más tolerante.


Buen karma y mal karma


La práctica del Karma Yoga, según sus seguidores, no produce reacciones materiales de ningún tipo, sino algo mucho más grande; libera el alma y se consigue volver con Dios en la hora de la muerte.

Si se hace daño a otra persona, se estará haciendo daño uno mismo y creando un mal karma. En cambio, si se hace el bien, esas acciones virtuosas traerán felicidad, se estará creando buen karma. La vida actual es el resultado del karma pasado, las acciones presentes crearán nuestro karma futuro.

Con los actos buenos y desinteresados se crea buen karma, buena energía, lo que condicionará a la nueva reencarnación y a lograr antes la perfección.

Por tanto, para ser feliz y sumar buen karma, habrá que olvidarse de esa obsesión enfermiza que se tiene por obtener dinero, gloria, éxito, fama, poder y resto de ambiciones que nos rodean, ya que todo ello implica una serie de sentimientos negativos como la ira, la codicia, la envidia, los celos y el egoísmo, que impiden encontrar la felicidad. 

En cambio, si se empieza a valorar lo simple, a descubrir la esencia de las pequeñas alegrías que nos ofrece la vida. A querer a los semejantes, a renunciar al ego, a ser altruistas, solidarios, benefactores. En ese preciso momento, llegará la anhelada felicidad.






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