Todo el
mundo habrá oído hablar, en multitud de ocasiones, algunas de las diferentes
calificaciones que reciben los funcionarios. Pues bien, la mayoría de ellas no
son reales y voy a intentar explicar el porqué.
Nuevo dispositivo para el funcionario |
En estos
tiempos de crisis en que parece que los funcionarios son los únicos
responsables, y mayoritariamente de ellos depende salir del problema económico
que está inmersa España, desde mi opinión se está haciendo un acoso a derechos
inherentes a cualquier trabajador, que en el caso del funcionario, debe
sacrificarlos, se supone por el bien común.
Está muy
bien para el típico chiste malo, para una portada sensacionalista del diario de
turno o como tema de conversación en el bar, pero el problema de este país no
es culpa de los funcionarios, ni restándole sueldo y derechos va a salir el país
de la crisis, y en el fondo creo que todo el mundo lo sabe.
Las
retribuciones de los funcionarios
Primero que
nada debo explicar que funcionarios son únicamente los que han aprobado una
oposición, que consta de varias fases eliminatorias y que se basa en los
principios de igualdad, mérito y capacidad. Nada que ver con los altos cargos y
asesores, que son elegidos “a dedo” del dirigente de turno. Y, por supuesto,
nada que ver con las cuantías de los sueldos, para desgracia de los
funcionarios, claro está.
La verdad
absoluta, es que los funcionarios llevan haciendo sacrificios por “el bien
común” desde hace 30 años, y explico por qué.
Durante
este periodo el IPC ha subido 407,31%, y los incrementos salariales firmados en
convenios colectivos un 466,19%. En cambio, las retribuciones de los
funcionarios se han incrementado solo un 245,34%.
Los
funcionarios se dividen en 4 grupos: A1, A2, C1, y C2. La mayoría son de los
grupos C2, auxiliares administrativos y C1, administrativos. Pues bien, un
sueldo de un C2 soltero, sin hijos y sin antigüedad está alrededor de 930 euros
mensuales. En el caso de C1, unos 1.070 euros mensuales. Estas cantidades se
incrementan en caso de más antigüedad, hijos, etc. Pero como mucho se pueden
alcanzar unos 1.400 euros mensuales, aproximadamente.
Ahora
intenten compararlos con los sueldos de los elegidos “a dedo” y los altos
cargos, que no bajan de los 8.000 euros, pudiendo llegar a cifras que superan mucho
esta cantidad. Y recuerden, estos últimos no son funcionarios, ni han superado
ninguna prueba de acceso.
Tópicos del
funcionario
- La hora
del café: el famoso
“cafelito” que decía el señor Beteta se iba a terminar, no es una prerrogativa
especial que tengan los funcionarios, miren por qué:
En todos
los convenios colectivos, cuando se realiza jornada intensiva, o sea más de 6
horas continuadas, se establece una pausa de entre 15 y 30 minutos. Pues bien,
en la Administración del Estado, está pausa está fijada en 30 minutos.
- Vuelva
usted mañana: mucho se
ha dicho de esta famosa frase, la que parece ser inventada por el funcionario
de la ventanilla que no quiere trabajar más. Pues bien, independientemente de
que existan funcionarios no muy trabajadores, como también los hay en la
empresa privada, el funcionario cara al público no puede hacer lo que desea
sino lo que está establecido por ley o mandato superior. En la mayoría de los
casos, el vuelva usted mañana, se debe a problemas de organización
administrativa, que no depende en ningún caso del funcionario cara al público,
sino de escalafones mucho más altos. Piensen que la mayoría de funcionarios que
le atienden son de los grupos C1 y C2.
Por otra
parte, encontrarse con empleados más o menos amables o simpáticos no es una
cuestión exclusiva de los funcionarios, ¿quién no se ha encontrado un
dependiente, camarero, fontanero, empleado de banca o cualquier otro,
antipático o maleducado? La persona que esté contestando, ¡es que a estos los
pago yo!, lean a continuación.
- Tu sueldo
lo pago yo: otro
tópico muy generalizado de que el sueldo de los funcionarios lo pagamos todos.
Es cierto, el sueldo de los empleados públicos sale de los impuestos que
pagamos todos los españoles, funcionarios incluidos, no olviden que también
deben pagar sus impuestos. Ahora bien, el sueldo de cualquier trabajador de la
empresa privada sale de los propietarios de esas empresas que, a su vez, sale
de la venta de productos o servicios. Pues bien, los funcionarios también
contribuyen a esos sueldos, comprando esos productos o servicios, aunque esta
visto, al paso de los recortes sobre el funcionario, que cada vez el aporte será
menor.
- Los
funcionarios son unos enchufados: mentira total y absoluta. Como ya he comentado
antes, el funcionario debe superar una serie de pruebas basadas en los
principios de igualdad, mérito y capacidad, así como un concurso posterior que
le puede obligar a trabajar fuera de su ciudad, sin incrementarse por ello el
sueldo. En ningún caso se trata de personas contratadas a dedo, como sí es el
caso de la mayoría de asesores y altos cargos.
- Propiedad
del puesto de trabajo: la
especial protección que tiene el puesto de un funcionario de carrera, está
pensado por el bien común, y me explico. La Administración Pública, como todo
el mundo sabe, cambia cada 4 años de dirigentes, a veces con diferentes ideologías y formas de
hacer las cosas. Esta protección está ideada para que el funcionario, al margen
del jefe político de turno, pueda ejercer su trabajo de manera independiente,
cumpliendo con la ley y sin temor a la pérdida de su puesto de trabajo.
Existen
algunos tópicos más, pero creo que estos indicados son los más conocidos a
nivel popular. En cualquier caso no parece justa la fama adquirida, y mucho
menos si lo comparamos con el resto de personal que cobra a cargo de los
Presupuestos Generales del Estado. No obstante, quitarse de encima ese lastre
que lleva el funcionario desde hace muchos años no va a resultar sencillo, y lo
que cuesta de entender es que haya gente que se alegre de la desgracia del
funcionario, mientras mira para otro lado con la corrupción y engaños de la clase política.
Habría que
preguntarles ¿Están ustedes seguros de que van en la dirección correcta?
Lola Sancho
No has podido retratarnos mejor,ultimamente uno en la calle casi no puede decir en que trabaja,todos somos privilegiados y no saben de que nos quejamos.Gracias por este artículo tan bien escrito.Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, pero conozco muy bien lo que estoy escribiendo, soy funcionaria y lo vivo en mis carnes. Espero que la gente vaya olvidando los viejos mitos y vea claramente dónde tiene el enemigo.
ResponderEliminarSaludos,