Jesús de Nazaret ¿Hombre o Dios?

En la Biblia, el nombre Dios toma formas distintas, aunque la Iglesia Católica indica que son la misma persona, hay gente que duda de esta afirmación.


Foto by janeb13


Los libros sagrados, recogen testimonios, mensajes y consejos de varios personajes. Figuras como: Moisés, Abraham, San Juan Bautista y Jesús de Nazaret, entre otros, se dice son portadores de la palabra de Dios. Incluso se afirma que Jesús, es el hijo de Dios y nació de una mujer virgen. A todo esto hay discrepancias, incluso dentro de los propios cristianos.


Jesús de Nazaret y su mensaje de amor


La figura de Jesucristo es, desde muy antiguo, motivo de especulaciones diversas. La sociedad a lo largo de los años parece tener obsesión en intentar averiguar o cuestionarse aspectos de la persona de Jesús, sin detenerse a pensar que lo realmente importante no es si fue: deidad, profeta, hijo de Dios o de una mujer virgen. Ya que, en opinión de otros estudiosos del tema, lo relevante, trascendental e importante es su mensaje, lleno de amor a todo el mundo. “Amaos los unos a los otros…”.

Debido a los muchos años que han transcurrido y la facilidad del ser humano en tergiversar, mentir y cambiar los hechos, es difícil creer todo lo que nos ha llegado de Él. No obstante, y obviando las cuestiones meramente místicas, lo que sí parece creer mucha gente, es que existió y que fue un personaje peculiar, extravagante y, sobre todo, provocador.

Frases conocidas como “ama a tu enemigo” “veis la paja del ojo ajeno pero no la viga en el propio”, demuestran la verdadera esencia del mensaje de Jesús, que se resume en el amor al prójimo como a uno mismo.

El mensaje de amor de Jesucristo actualmente


Vicent Guillem, doctor en Bioquímica por la Universidad de Valencia (España), y autor del libro “Las leyes espirituales”, quiere aportar con esta obra también un mensaje de amor en una época en la que parece resultar muy difícil llevar semejante mensaje.

En una sociedad totalmente consumista, competitiva, ansiosa de poder y dinero. ¿Puede tener cabida el amor incondicional? Sin duda mucha gente piensa que la labor que ha emprendido el doctor Guillem, es tan difícil y provocadora como la del propio Jesús.

 En una parte del mencionado libro, dice: 

"El gran merito de Jesús está en el atrevimiento y la valentía de difundir el mensaje de amor que vino a dar, sin permitir que nadie le amedrentara o le hiciera cambiar de opinión, a pesar de que sabía que todo eso le acarrearía un montón de sufrimientos, incluida la muerte”.

Está claro que la pena de muerte que sufrió Jesús, no va a ser el caso en la actualidad, pero sí la incomprensión, la crítica, las conclusiones y argumentos gratuitos y falsos de algunas personas o instituciones, que pueden ver en Vicent Guillem, un fanático o incluso un demente.



Las religiones y la palabra de Dios



Muchas personas se preguntan por qué durante la historia se ha tomado el nombre de Dios en multitud de ocasiones para cometer todo tipo de atrocidades, asesinatos y guerras.

La Inquisición es un claro ejemplo de las brutalidades capaces de cometer, en este caso la Iglesia Católica, en nombre de Dios. ¿Puede alguien pensar que Dios, que se supone repleto de bondad y amor, apruebe semejantes crueldades hacía las personas, sólo por no profesar la misma religión? ¿Sería Él capaz de quemar hasta la muerte a cientos de personas e infringirles todo tipo de torturas y sufrimientos?



Jesús y la Iglesia Católica 


Según el autor de “Las leyes espirituales”, entre otros, la Iglesia Católica no sigue la palabra de Jesús, sino más bien al contrario, ya que han tergiversado sus testimonios en su propio beneficio. Transcribiendo sus propias palabras recogidas en su obra, Vicent Guillem dice lo siguiente:


“… la única forma es predicar con el ejemplo y es lo que han hecho los espíritus avanzados que encarnaron en la Tierra. Estoy hablando de Jesús, Buda. Krishna, Zoroastro, Antulio y otros avatares o seres avanzados…. Hicieron de su vida un ejemplo de aplicación personal y de vida en armonía con las leyes espirituales sin obligar a nadie a hacer lo mismo.

… la ley del libre albedrío no les ha quedado muy clara a los supuestos seguidores de Jesús, ya que han acabado imponiendo a los demás sus creencias por la fuerza, mediante el uso de la violencia, la coacción y el miedo. Me refiero a la Iglesia Católica, con la Inquisición y las Cruzadas… ha llevado a cierta gente a apropiarse de unas ideas que eran verdaderas y deformarlas para controlar y manipular a los demás. Las religiones o creencias que imponen u obligan no conseguirán que el espíritu evolucione”.

Así mismo, en referencia a los rituales o sacramentos, opina que no tienen ninguna validez desde el punto de vista espiritual, porque en el camino espiritual no hay atajos. Lo único que nos hace evolucionar espiritualmente es el mejoramiento personal, el desprendimiento del egoísmo y el crecimiento en capacidad de amar.

En lo que respecta al poder y el dinero, dice: “como Jesús diría no se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo y la Iglesia Católica, como la hebrea de hace 2000 años, desde casi el principio, ya tomó partido por lo segundo”.


Refiriéndose a la obligación que establece la iglesia a sus normas, dice: “Mirad la Iglesia Católica y muchas otras religiones os han hecho creer que ser bueno es lo mismo que ser sumiso. Ser sumiso sobre todo con las normas de la Iglesia, para así poder manejar a los fieles a su antojo. Pero bondad y sumisión son cosas totalmente distintas…”.


Ante todo esto, y con independencia de la dificultad que entraña el verificar todas las hipótesis de la vida de Jesús, cada individuo, dentro del libre albedrío, puede quedarse con la opción que encuentre más coherente y acorde a sus propias reflexiones, en pos de una vida más honesta y sincera.


Comentarios

  1. Hola Lola,

    Si me permites solo hablaré desde el punto de vista histórico y documental.

    Desde ese punto de vista solo se puede decir que sobre el llamado Jesús de Nazaret, como persona -otra cosa es como personaje religioso- lo que puede decirse es entre poco y nada.

    Ningún texto hay ni escrito por el propio Jesús ni escrito por ningún contemporáneo suyo, y eso que hay muchísismos textos sobre Jesús, así que, dificilmente puede saberse lo que dijo Jesús, solo... lo que dicen que dijo -sin ir más lejos, Tucidides o Tito Livio se inventaban sobre la marcha un monton de discursos que ponían en boca de los personajes sobre los que hablaban-.

    Y en cuanto a los textos que tenemos y entrando, por ejemplo, en los fundamentos doctrinales del cristianismo mucho me temo que el doctor en bioquímica citado anda un poco errado, sencillamente el Nuevo Testamento le desmiente, en concreto una de las epistolas paulinas: "Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe" (I Corintios 15,14)

    Lo anterior convierte en forzosamente necesaria la deidad de Jesús, su muerte y su resurrección, ese es el punto clave sobre el que se sustenta el cristianismo, no su mensaje -sin entrar ni salir en lo positivo que sea éste-.

    Un par de últimas cosas, la primera es sobre las fuentes documentales, respecto al Tanaj (la versión cristiana es el Antiguo Testamento) y el Nuevo Testamento, mucho depende de las traducciones, para el primero desde el hebreo y el arameo, para el segundo desde el griego. Y la otra cuestión es que... una viga en el propio ojo... para nada desdice que exista una paja en ojo ajeno. Ese argumento se llama "metáfora" y "parábola" cuando se pone en boca de Jesús, pero, en semiótica, en concreto como figura retórica se llama argumento "tu quoque", y resulta ser una falacia retórica -entendiendo "falacia" meramente como una figura retórica, esto es, sin ninguna valoración moral, tan solo epistémica-

    Un saludo

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  2. Muchas gracias por los apuntes históricos, Jorge. No obstante, con este artículo más que mostrar a Jesús como figura histórica o religiosa lo que quería hacer llegar, al igual que Vicent Guillem, independientemente de que sus palabras y su mensaje existiera o no, fuera cierto o no, es que "el que se supone que era" por lo menos para mí, poca gente, por desgracia, lo lleva a cabo, creyentes o no, si fuera así nos iría mejor a todos en el mundo, según mi opinión, claro.
    Además también quería mostrar la hipocresía de la Iglesía Católica, al igual que otras religiones, como muestro en el artículo.
    Saludos y repito las gracias, por los apuntes y por leer mi artículo.

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